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Indagación apreciativa y convivencia mediada

Indagación apreciativa y convivencia mediada

En el debate entre seguridad y desregulación necesitamos establecer matices y grados con tal de poder aportar dimensiones operativas en la governance del ágora pública. Aquí encontramos el concepto de convivencia mediada, impulsado por Anna Baker (2016), que a raíz de sus investigaciones (especialmente en Reino Unido) ha podido diseccionar algunas buenas prácticas para hibridar el buen uso del espacio público. Huyendo de una perspectiva normativizadora y punitiva en los usos del espacio público, sitúa una serie de graduaciones atendiendo al impacto negativo que tienen en los otros nuestras conductas.

Si bien se reconoce la importancia de la seguridad, como elemento higiénico de convivencia, cuestiona la gestión reactiva de los espacios públicos; apostando por la proactividad en la gestión del ágora pública.

Baker reconoce la potencialidad de la cultura y la mirada mediadora per poder abordar posibles conflictos de uso. La convivencia mediada desarrolla dos estrategias. La primera; normas aplicadas a comportamientos graves para el colectivo. La segunda; el fomento activo del respeto al otro, reduciendo la tendencia de las instituciones a catalogar buenas o malas conductas en el espacio público. En esta segunda estrategia encontramos aquellas acciones que pueden provocar un grave inconveniente del colectivo hacia otras personas.

La convivència mediada incorpora, como prioridad, el diálogo y la mediación para ayudar a las comunidades a convivir en dinámicas de disentimiento que son naturales en la heterogeneidad de sociedades complejas. Los dispositivos normativos y disciplinarios actúan como última solución; nunca como dispositivos preventivos. La convivencia mediada está alineada con el paradigma de la innovación social en los barrios y con las ciudades respetuosas (Bannister et al., 2006), y se aleja de las dinámicas propias del control social.

La indagación apreciativa (IA) se alinea con la necesidad de desarrollar dinámicas de convivencia mediada. Se trata de un proceso y una metodología que impulsa el cambio, incrementa las fortalezas y las convierte en hábitos, promueve el crecimiento, la ilusión y la motivación. Es una aproximación revolucionaria al cambio estratégico y crecimiento sostenible de las organizaciones – territorio. Para ser efectivo, el cambio requiere velocidad, ejecución clara y de acuerdo a todos los niveles. La IA consigue esto involucrando a todos los grupos de interés (skateholders) de forma colaborativa en el proceso de decisiones. Es un proceso de indagación que desafía todo el sistema, para maximizar el potencial positivo para el cambio cultural, la planificación estratégica, el desarrollo del liderazgo, las alianzas, la construcción de equipos, el desarrollo de comunidades y el cambio integral del sistema. Es un proceso de investigación colaborativa que se centra en el núcleo positivo de una organización, grupo o sistema. Con la IA estudiamos, descubrimos, seleccionamos y enfatizamos lo que aporta valor; y es el pilar de la existencia de la organización.

La IA ofrece unas nuevas bases teóricas y prácticas del cambio. Es una metodología para la gestión del cambio. Se puede aplicar a cualquier proceso de cambio de una organización o modelo como planificación estratégica, community building e, incluso, para la reflexión personal. La IA aporta un método de liderazgo que permite que la innovación emerja del mismo sistema, potenciando el pensamiento de diseño.

Los diálogos apreciativos (DP) y la perspectiva indagativa se fundamentan en dos corrientes: el construccionismo social (Fried, 2008) y la psicología positiva (Parker, 2007). A través de sus propias investigaciones, Cooperider (2003) pudo evidenciar mediante experimentos sociales el alto impacto de las IA y los diálogos apreciativos.

Los DP se articulan de acuerdo a una perspectiva antagónica a otras dinámicas de trabajo o intervención en las ciencias sociales. La primera diferencia se focaliza en los aspectos positivos, dejando de lado los negativos. La segunda, perspectiva constructiva VS perspectiva de crítica sobre los hechos. La tercera, foco en el futuro VS el pasado. Y finalmente, la cuarta, apalancamiento sobre las historias de éxito, dejando de lado los incidentes críticos.

Atendiendo a estos elementos, los diálogos apreciativos generan energías en la comunidad que ayudan a caminar hacia nuevas soluciones. Una buena intervención debe tener muy presente esta perspectiva al encontrarnos en situaciones complejas, ya que hay personas muy focalizadas a criticar, definiendo algo como negativo. Este hecho contempla las grandes dificultades para poder definir soluciones de futuro.

Estos aprendizajes se pueden articular juntamente con governance de convivencia mediada, desde dinámicas de mediación que pueden liberar la energía latente en las comunidades para construir nuevas realidades.

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