Elaboramos las ordenanzas con tal de promover la convivencia y la seguridad ciudadana, así como ofrecer soluciones a las problemáticas causadas por las conductas incívicas.
Abordamos el civismo como el conjunto de derechos y deberes individuales y colectivos orientados al buen uso de la ciudad, en una conexión entre el individuo, la comunidad y el bien común. Y entendemos la convivencia como el espacio en el que se da el proceso de compartir, colaborar o disentir entre individuos por el uso de bienes o del espacio público. De este modo, construimos la normativa en base a la diagnosis social que informa de la realidad del municipio, adecuada a la legislación y normativa tanto municipal como supramunicipal. Así facilitamos la ejecución de competencias de conformidad a la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local y otras normas aplicables.
Por otra parte, promovemos la innovación social a partir del análisis de buenas prácticas y la incorporación de instrumentos que permiten una mejor eficacia y eficiencia de los procedimientos.